Descubra Qué Hacer Ante Por qué Duele El Hígado

Es el hígado uno de los órganos depuradores más importantes del cuerpo humano. Su papel de filtrar toxinas para eliminarlas luego a través de la orina hace que queramos mantenerlo siempre sano, de lo contrario, en caso de que se vea afectado por una enfermedad, podríamos preguntarnos por qué duele el hígado, ante los dolores que sentiríamos en el costado derecho del abdomen, pues allí se sitúa este importante órgano.

Aunque el hígado de una persona adulta pueda llegar a pesar alrededor de medio kilogramo, este es capaz de filtrar grandes cantidades de toxinas, en unión con los riñones, las que ingresan a nuestro cuerpo a través de los alimentos, principalmente, o a través del consumo de alcohol y medicamentos como pastillas y jarabes.

Ahora, si estás sintiendo dolor en el hígado más vale que actúes cuanto antes para aliviar estos malestares, de lo contrario, el organismo podría verse intoxicado ante el deficiente trabajo depurativo que pudiese estar haciendo este órgano.

Qué provoca y por qué duele el hígado

Por ser un órgano tan delicado, cuando te preguntas por qué duele el hígado debes tener en cuenta lo siguiente:

Padecer de hígado graso: Unas de las funciones de este órgano consiste en almacenar parte de las grasas de los alimentos que consumimos, para luego eliminarlas de manera natural. Cuando la persona consume frituras en exceso, el hígado no puede procesar tantos lípidos y se ve afectado por el esfuerzo agregado. Es probable que en este caso el dolor de hígado se deba a que este se inflama o se hincha, doliendo sobre todo al hacer movimientos bruscos.

Tener el hígado recrecido: Aunque este crecimiento anormal pueda ser causado por el exceso de grasas, existen otras causas que podrían estar originando la inflamación. De esta manera, el abuso en la ingesta de alcohol o medicinas (principalmente pastillas y cápsulas), pueden hacer que este órgano depurador se hinche.

Otros males que puedan estar provocando que sientas dolor en hígado por su inflamación son el cáncer hepático y la cirrosis.

Tener hepatitis: Si estás en presencia de cualquier tipo de hepatitis (bien sea A, B, C, D o E), es normal que te preguntes por qué te duele el hígado. Esta enfermedad es causada por infecciones virales, y una de las consecuencias es la inflamación del órgano.

Síntomas que aparecen con el dolor de hígado

Además de la inflamación, puedes llegar a sentir otros síntomas en compañía del dolor. Esto se debe a que generalmente un mal desencadena otro (puedes leer también por qué duelen los riñones); en este caso puedes llegar a sentir también:

Dolor en la espalda baja, sobre todo detrás de la zona derecha del abdomen.
Malestar que puedes confundir con dolor en los riñones.
Dolor en el abdomen. De hecho, muchas veces el dolor de hígado es considerado como un dolor en el abdomen común y corriente.
Manchas en los brazos y tórax, generalmente de color rojizo o marrón.
Picazón en las manchas que aparecen en brazos y cuerpo.
Coloración de la piel en un tono amarillento, conocida técnicamente como ictericia.
Sudar de manera excesiva, aun cuando no se esté en una zona calurosa.
Mal olor en el cuerpo, principalmente por la no eliminación de las toxinas.
Barriga inflamada, precisamente por la inflamación hepática.

Remedios caseros para el dolor de higado

Ante todo es importante determinar si el dolor hepático es producto de inflamación por hígado graso o por hepatitis. Si es esta última la que está causando tu malestar lo más recomendable es que asistas a tu doctor de confianza; en caso de ser inflamación por hígado graso.

Té verde. Esta bebida es igualmente efectiva para tratar problemas hepáticos.

Diente de león. Esta planta es una de las más usadas para provocar soluciones depurativas en el organismo. Es este caso servirá para ayudar al hígado a deshacerse de los excesos de grasa acumulados, además, reducirá los niveles altos de colesterol, pues seguramente han de estar por encima de los niveles normales si la persona padece de hígado graso. Puedes beberla en té tibio.

Tamarindo. En jugo o entero, este fruto activa el funcionamiento de la llamada vesícula biliar, lo que acelera el hecho de desinflamar el hígado. Puedes también prepararlo en té caliente.

Las cebollas, los espárragos y los limones. Todos estos alimentos poseen propiedades diuréticas que te ayudarán a eliminar toxinas de forma natural. De esta manera se liberará de trabajo el hígado y por ende desaparecerá el dolor.

Dieta para combatir el dolor en el hígado

Ahora te presentamos una selección nutricional que evitará que padezcas de ese molesto dolor hepático en la zona del abdomen. Esta dieta evitará sobre todo que padezcas hígado graso, y en caso de que ya lo tengas te será de ayuda para depurarlo poco a poco.

Alimentos con fibra: Considera aumentar el consumo de cereales integrales y granola.

Verduras y frutas frescas: Sobre todo las que son ricas en agua. Agrega a tu inventario de alimentos el calabacín, las espinacas, la auyama y frutas como melón y sandía.

Legumbres: Que no falten tampoco en tu mesa. Procura prepararlas en ensaladas, lejos de combinarlas con carnes rojas.

Carnes magras: Como hemos mencionado, sustituye las carnes rojas por carnes blancas como las del pollo y el pescado, pero no prepares estos alimentos como frituras. Busca recetas creativas, prepara platos al horno, serán más saludables y tendrán mejor sabor.

Aceite de oliva: Agrega este aceite en tu dieta en las ensaladas. Tu corazón también lo agradecerá.

Lácteos: Sobre todo aquellos que son bajos en grasa, los llamados lácteos desnatados.

Agua: No olvides mantenerte siempre hidratado. La hidratación ayuda a que el hígado mantenga con más vigor su trabajo depurativo.

No está de más mencionar que debes evitar en lo posible el consumo de alcohol mientras sientes el agudo dolor en el hígado. Si ya has padecido esta molestia y simplemente deseas evitarla, entonces reduce la ingesta de estas bebidas.

Reduce también las harinas procesadas. Aunque una galleta o algún postre de panadería puedan ser un escape a la merienda del día, mejor sustituye por frutas como una manzana, un durazno o un cambur. Recuerda que cuidar tus hábitos alimenticios es prevenir quiebres de salud.

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